domingo, 2 de junio de 2019

You´ll Never Walk Alone

Es un hecho que, si hablamos de un solo, nadie la canta como Elvis. Sin embargo, la emocionante interpretación de Gerrard, Dalglish, todo el plantel del Liverpool y esa afición que pareciera tener poderes sobrenaturales y un megáfono en cada una de sus bocas, creo que se acercó a la versión del "King Of Memphis".  Esta canción tiene una historia, casi tan bella y emocionante, como la versión que se escuchó ayer por todo Madrid, que se acerca a la de Elvis.

Carousel fue un musical de 1945, estrenado en Broadway por Richard Rodgers (música) y Oscar Hammerstein (letras). Fue una adaptación de Liliom, escrita por el dramaturgo húngaro Ferenc Molnár, obra que se estrenó en 1909 y que tuvo un gran éxito en su tiempo al durar 30 semanas de funciones; incluso se presentó años más tarde, al terminar la Primera Guerra Mundial, repitiendo el éxito anterior.

Carousel o Carrusel, que es una tragedia, cuenta la historia de amor entre Billy y Julie. La trama se centra en esa gente de clase trabajadora de finales del siglo XIX. Billy se ve obligado a tener que robar para poder conseguir el dinero necesario para solventar los gastos de su hijo nonato, mientras Julie, trabajadora de un molino, ve amenazado su romance por diferentes circunstancias.

No voy a contar el final; sin embargo, Richard y Oscar quisieron darle un tono amable al final trágico de la historia. Por esta razón fue incluida You´ll never walk alone como un atisbo de alegría a un personaje que pierde a un ser querido. Existe en vídeo una versión de 1956, que corresponde a la película , del mismo nombre, dirigida por Henry King, interpretada por Shirley Jones y Cousin Nettie.

Como solía suceder con algunas canciones, de obras muy exitosas en Broadway y en el West End de Londres, You´ll never walk alone se convirtió en la canción más famosa. Comenzó a interpretarse en funerales, graduaciones escolares y más. La popularidad de la canción fue tanta que, a pesar de ser ya conocida, fue interpretada por Frank Sinatra, Doris Day, Johnny Cash, Judy Garland y una banda de Liverpool: Gerry & The Peacemeakers.

Estos últimos fueron los que encaminaron esta canción hacia donde la mayoría la conoce, cuando la hicieron llegar a los oídos de Bill Shankly. Sí, el mejor entrenador en la historia del Liverpool, aquel que ganó tres ligas, dos copas, cuatro Community Shield y la Copa UEFA 72-73. Shankly fue, también, el que dijo la frase: "El fútbol no es una cuestión de vida o muerte, es mucho más importante que eso".

El resto es historia. Shankly escuchó la versión de Gerry & The Peacemeakers y la afición la adoptó enseguida para animar al club antes de los partidos. Ese título, como lo conocemos, Nunca Caminarás Solo, se convirtió en el lema oficial del club. Incluso se grabó en una de las puertas de Anfield, llamadas las puertas de Shankly, en honor al técnico. El Celtic de Glasgow, el Feyenoord de Rotterdam y el humilde St. Pauli de Alemania, también adoptaron You´ll never walk alone.

Gerry Mardsen de Gerry & The Peacemeakers la cantó en el vigésimo aniversario de la tragedia de Hillsborough, en la que murieron 96 aficionados del Liverpool en 1989. También, por aquellos años, en 1985, se dio la tragedia de Heysel, en la que murieron 39 personas ( 32 aficionados italianos) a raíz de las acciones provocadas por los Hooligans. Estas tragedias cambiaron la historia del fútbol inglés para siempre.

Tras los desastres de Heysel y de Hillborough, con el Liverpool como protagonista, los equipos tuvieron que adaptarse a un nuevo formato de campeonato. La consecuencia de Heysel fueron cinco años de suspensión en Europa.  Los cambios en el modelo de negocio, en el acceso al público y en el formato de competencia, transformó al fútbol inglés en lo que hoy conocemos como Premier League, ésa que el Liverpool no ha ganado desde su inclusión en la temporada 92-93.

A través de los años, el fútbol inglés ha mutado en distintas formas; los aficionados han cambiado, pues las entradas son más caras; la inversión y las ganancias se han multiplicado, para bien; hay equipos que cambiaron su camiseta a la marca competidora directa, se han construido nuevos estadios y se han compuesto mil cánticos. Lo único que no ha cambiado, desde que llegó, es ese grito de guerra que se entona con emoción entre llantos y alegría, que retumbó en Madrid ayer, pero ya lo había hecho en Estambul, Roma, Londres y París y que, como lo dice, siempre acompaña al equipo de Anfield.

Porque tú, Liverpool... You´ll never walk alone...